Poesía
El ayer bosque verde y vigoroso
se ha cubierto de rubios otoñales,
barroca catedral de oros irreales
en el crepúsculo rojo y suntuoso.
Tenues haces de luz, sol fantasioso,
reverberan vidrieras y cristales
entre racimos de hojas y corales,
campanillero crujiente y quejumbroso.
Se hace el paisaje en el otoño canto,
el aire viento, el bosque agreste templo.
Recubre el sol la tierra en áureo manto.
El árbol se enternece y se hace llanto.
Y yo, hombre, lo vivo y lo comtemplo
transida mi nostalgia por su encanto.
Juan Manuel Cobo Suero sj.
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