jueves, 29 de mayo de 2008

El Amor Y El Tiempo.

Cuento
Érase una vez una isla donde habitaban todos los sentimientos: Felicidad, Melancolía, etc. etc.: estaba también el Amor, claro. Un día se avisó a todos que la isla se iba a hundir. Y todos se marcharon en sus barquitas excepto el Amor, que quería resistir hasta el último momento. Ya estaba a punto de hundirse del todo la isla, cuando el Amor decidió pedir ayuda.
Pasó por allí la Riqueza en un lujoso trasatlántico: "No, no puedo llevarte en mi barco. LLevo gran cantidad de oro y plata y no hay sitio para ti. Lo siento".
Pasó por allí la Vanidad en una preciosa embarcación, un yate de los más caros del mercado, y dijo: "No puedo llevarte. Podrías ensuciar mi yate nuevo. Te veo poco acicalada".
Pasó la Triesteza y el Amor le pidió ayuda: "No, no puedo llevarte. Bastante tengo con preocuparme de mi triste yo".
También pasó la Felicidad, pero estaba tan entusiasmada que no se daba cuenta de lo que ocurría en su entorno.
De pronto, se oyó una voz...
¡"Amor, ven! ¡Yo te llevaré!
Era un anciano. Tan contento estaba el Amor que se le olvidó preguntarle a dónde iban. Cuando llegaron a tierra firme, el anciano se fue por su camino. El Amor reflexionó sobre cuánto le debía.
Por eso preguntó al Conocimiento, que era otro anciano, quién era áquel que le había ayudado tan efizcamente. El Conocimiento respondió: "Fue el Tiempo". El Amor, muy sorprendido, preguntó por qué el Tiempo le había echado una mano tan oportunamente. El Conocimiento sonrió y, con gran sabiduría, repuso: "Porque solamente el Tiempo es capaz de entender lo que vale el Amor".
N. B. Este cuento está tomado del libro de Jose´Carlos Bermejo. "Regálame la salud de un cuento, editado por Sal Terrae.

jueves, 8 de mayo de 2008

En El Día De La Madre


Oímos a muchos que ellos de tener hijos, ni hablar. Lo dicen en el bar, en la peluquería, en la televisión... Nos despierta un sentimiento de sorpresa y de tristeza. ¿Y si sus padres hubieran pensado igual? ¿Y si su madre, en tiempos más difíciles hubiera preferido la comodidad o los coches y los viajes, en vez de los hijos?
Afortunadamente, sigue habiendo matrimonios deseosos de amar más generosamente, dar nuevas nuevas al mundo y cuidarlas buscando la felicidad de los hijos, aunque suponga mucho sacrificio. Grandes alegrías también. Para esas madres y padres es gozoso este "día de la madre"
La madre para el hijo es joya y el hijo para la madre gloria", dice un proverbio chino. La madre es adivina, pues intuye en sus hijos los anhelos más íntimos; lavandera y planchadora, y así blanquea la pureza del alma y tersa las arrugas del escepticismo. Es curandera que expulsa de la cabeza, las pesadillas. Es enfermera que cura las pequeñas heridas, desinfecta el corazón. vela el sueño infantil agitado por la fiebre. Es maestra: ayuda a aprender las primeras letras que no son, la a o la b, sino papá o mamá. Es piedra angular para la educación de los hijos. Nos ayuda a prepararnos para la primera comunión. Es confesor que enseña a perdonar y a disipar escrúpulos y miedos. Es canción y cantautora: recita al oído, como un leve murmullo, nanas que mecen los sueños de los bebés y que sólo ella entona del modo adecuado. Todos los oficios los conoce y realiza una madre. Es fuego del hogar que brilla y calienta sin quejarse, derramando, alegría, paz, reconciliación, ilusión... Los miedos infantiles se disipan con su cercanía y sus besos.
Este texto está recogido en la Revista El Promotor, del mes de Mayo.

lunes, 5 de mayo de 2008

Convivencia en el Pantano.
















Lola me ha enviado estas fotos para que las cuelgue en vuestro blog, cuenta que fue un día extraordinario y muy divertido para niños y mayores , que mereció la pena compartir y convivir con las personas que acudieron al día de campo. Estoy segura que lo volveréis a repetir, por mi parte espero que mis alumnos puedan contarme muchas cosas de ese día de convivencia, porque veo que les dio tiempo para todo, pescar, jugar, pasear.... un beso muy fuerte para todos.
Filo Isidoro.